Por eso, con la premisa de arrojar luz a las investigaciones y aplacar la angustia de los familiares de las más de 300 personas perdidas en el país, el Correo Argentino lanzará mañana, en conjunto con dos ONGs, una serie de estampillas con las imágenes de jóvenes y adultos, como una manera de agilizar su búsqueda.
Durante la primera etapa, voluntarios de Missing Children y de la Red Solidaria enviarán desde una sede postal de la compañía cartas estampilladas a cien ciudades del país para dar inicio a la campaña solidaria.
“Todas estas familias se sienten solas y abandonadas. Son invisibles en la vida cotidiana. No se ve lo que ellos sufren y su búsqueda diaria. Por este motivo, el Correo Argentino les propuso hace unos meses convertir sus historias en estampillas, lo que significa poder salir de ese estado en que se encontraban”, señaló el titular de Red Solidaria, Juan Carr, en diálogo con lanacion.com.
La iniciativa se asemeja mucho en su finalidad a las campañas que realizan las empresas lácteas en Estados Unidos, donde los rostros de desaparecidos se exhiben en los cartones de leche. Ambas modalidades permiten llevar las imágenes a “lugares donde no llega nada” y difundir las historias entre personas que, probablemente por vivir en zonas recónditas, tiene poco acceso a este tipo de información y que podrían contribuir eventualmente con la búsqueda.
Llamado de atención. “Le pedimos a la comunidad que pegue una mirada especial. Tal vez con una estampilla podamos resolver una historia. Las imágenes tienen mucha fuerza y, en este caso, actúan como un llamado de atención”, añadió. En ese sentido, anticipó: “todo aquel que se pierda va a tener su propia estampilla”.
La partida que se enviará mañana está focalizada en los 89 jóvenes perdidos, de entre 18 y 36 años, que registran por el momento Red Solidaria y Missing Children. De ese grupo forman parte Florencia Penacchi (la estudiante neuquina de Ciencias Económicas desaparecida hace cinco años), Fernanda Aguirre (secuestrada y desaparecida en julio de 2004 en Entre Ríos) y Enrique Hernán Soto (un niño que se perdió en Chubut hace más de 10 años y ahora ya es adulto).
“Empezamos por aquellos casos que tienen más de uno o dos años de vigencia porque necesitamos que la Argentina siga buscando a esas personas y que mantenga su compromiso”, explicó. “Queremos ver qué pasa. Es un ensayo para ver qué termina ocurriendo”.
El resto de los envíos contará en fotos las historias de 102 menores de 18 años y 121 adultos mayores de 37 años.
Según comentó Carr, las estampillas no tienen un valor comercial, sino que son simples agregados a los modelos tradicionales. Los organizadores entendieron, enfatizó, que “el dolor no se compra, ni puede pasar por lo económico”.
A las cartas que mandará Correo Argentino, se suman volantes con las caras impresas de las personas perdidas que se ofrecerán en las sedes postales y que la gente podrá llevarse para repartir entre sus conocidos y ampliar la difusión de la iniciativa. “Con acciones de este estilo, las familias de los perdidos sienten que el estado y la comunidad no los abandonaron, sino que los tienen presentes de algún modo”, expresó. http://www.personasperdidas.org.ar/
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